El 16 de octubre de 2002, dos meses después de su gira mundial en apoyo de The Rising, Bruce Springsteen y la E Street Band subieron al escenario del Palau Sant Jordi en Barcelona, España, para crear el tipo de experiencia de concierto conmovedora que transforma Los neófitos y fanáticos de Springsteen se convierten en verdaderos creyentes.