Con la esperanza de reparar su matrimonio, Jennie Logan y su esposo se mudan a una hermosa mansión victoriana. Cuando Jennie se prueba un vestido antiguo que encuentra en el ático, es transportada cien años atrás, donde conoce al anterior propietario de la casa, David. A medida que sus sentimientos por David crecen, se hace evidente que Jennie no solo está dividida entre dos hombres y dos veces, sino que también enfrenta el peligro en ambos mundos.