Cantando unas "serranas" por las calles de Córdoba, Antonio Reyes conoce en la Plaza del Cristo de los Faroles a Soledad, una guapa muchacha andaluza, a la que el chico pretende conquistar para demostrar a sus amigos que no hay mujer que se le resista. Varias son las veces que el cantante lo intenta, pero Soledad no le hace caso y a pesar de los trucos que emplea para conquistarla, Soledad no se deja influir por las acciones de Antonio.