Detrás de una agnóstica educación, una vida de excesos y un legado de odio, se esconde Marcos (Álvaro Díaz), un joven completamente indiferente a la vida. Tras enfrentase a la muerte todo cambiará. Cuando alguien se pone en su lugar ante la ley y paga por lo que él hizo, trastornará su apatía. Una visita al pueblo donde nació Lucía, le hará revivir el trágico suicidio de Paula, lo que altera a Marcos y le hace discutir con su madre, así que decide pasar unos días de excesos junto a Víctor (Christian Casas) y Laura (Lucía Ramos). Tras una imprudencia de Marcos al volante, Víctor muere en el accidente y el culpable decide huir. Su padre tomará las riendas de la situación, activando su conciencia y llevándolo a descubrir el origen de su educación, cambiando por completo el rumbo de su vida.