Después de la Guerra Civil, Rosa, hija de una humilde familia asturiana, se casa con un afilador, un vagabundo que muere más tarde la cárcel acusado de un delito que no cometió. Al quedarse viuda emigra a Madrid con su hija Olvido y se coloca de ama de cría en casa de don Pedro, un influyente jefe de abastos. Gracias a él, Rosa consigue un puesto en la casquería de un importante mercado. Este es el punto de partida de una meteórica carrera, pues acaba abriendo un selecto restaurante que se convierte en centro de reunión de políticos, intelectuales, hombres de empresa...