Después de cuarenta años de buenos y leales servicios, Robert T. Ironside, de la policía de San Francisco, por fin está a punto de jubilarse con la alegría de un descanso bien merecido con Katherine, su esposa. Sin embargo, pocos días después de su salida oficial, le ofrecen el puesto de director general temporalmente tras el asesinato de anterior ocupante. En un principio reticente, Ironside terminaaceptando y, con el consentimiento de su esposa, se compromete a asumir el reto.