En mayo de 2011, Osama Bin Laden, el enemigo público número uno de EE UU, fue localizado y ejecutado en una zona residencial de Abbottabad, Pakistán. El asalto, una acción que tuvo un enorme impacto en todo el mundo, duró tan sólo cuarenta minutos, pero la caza de Bin Laden había empezado dos décadas antes. La búsqueda comenzó con un equipo de analistas de la CIA, en su gran mayoría mujeres. Estas analistas, que llevaban intentando acabar con Bin Laden desde mucho antes de que ni siquiera se hubiese sabido su nombre, consiguieron sacar a la luz a la organización terrorista Al Qaeda uniendo distintas informaciones y datos de inteligencia. Sus avisos sobre la peligrosidad de la organización fueron repetidamente ignorados por los responsables de su país¿ hasta los ataques del 11 de septiembre. En ese momento, las normas cambiaron.