Una ciudad americana de un millón de habitantes despierta de su sueño. Las chimeneas lanzan el humo al aire de la mañana, los trabajadores fichan en la refinería de petróleo Manson, las sillas de madera se preparan frente al escenario donde se va a emitir un programa de televisión. Parece que va a ser un día normal, pero una alarma suena en el parque de bomberos y éstos se dirigen rápidamente hacia Birchwood Avenue.