Condenado a muerte, Malachi tiene menos de una semana para escapar de la cárcel antes de ser ejecutado por un asesinato que no ha cometido. Su antigua banda le va a sacar del apuro pero solo a cambio de que les ayude a recuperar el botín de un robo de diamantes. El director de la cárcel también quiere las joyas y está dispuesto a todo para que Malachi confiese. Así que avanza la fecha de la ejecución y la banda tiene que actuar con rapidez.